Cirugía de la obesidad: qué es, qué no es y para quién está indicada

Compartimos aquí parte de la entrevista al Dr. Antonio Barranco en

En Andalucía, el 55,7% de la población presenta exceso de peso y el 16,7% vive con obesidad. El cirujano bariátrico Antonio Barranco, con más de 20 años de experiencia y 2.000 pacientes intervenidos, recuerda la dimensión del reto y apunta un dato global reciente: por primera vez, la obesidad supera al bajo peso a escala mundial (informe UNICEF). Barranco ejerce en Sevilla (ámbito privado y aseguradoras) y colabora en la reducción de listas de espera del SAS cuando hay conciertos con la sanidad privada.

“La obesidad es una enfermedad compleja. Culpar al paciente es injusto”, subraya el especialista.

¿Cómo perder peso con base médica?

El Dr. Barranco resume tres vías complementarias:

  • Enfoque médico (la base): alimentación estructurada y ejercicio, presentes siempre en cualquier estrategia.
  • Opciones temporales: balón gástrico, técnicas endoscópicas o fármacos inyectables ( Suelen funcionar mientras duran; al suspenderlos, puede aparecer efecto rebote.
  • Soluciones definitivas: cirugía bariátrica (reducción gástrica y/o derivación intestinal), la que muestra eficacia más sostenida a largo plazo.

Lo que NO es la cirugía: mitos frecuentes

  • “Comer menos y moverse más lo arregla todo”: reducir el problema a una consigna ignora los factores genéticos, hormonales y psicológicos.
  • “Operarse es hacer trampa”: la cirugía bariátrica es una herramienta terapéutica comparable, en concepto, a implantar un marcapasos o una prótesis: se indica cuando está médicamente justificada.

¿En qué consiste la cirugía bariátrica?

Con técnicas mínimamente invasivas (habitualmente laparoscopia), se trata la obesidad y se mejoran comorbilidades como diabetes tipo 2, hipertensión, apnea del sueño o hígado graso. Sus efectos combinan:

  • Restricción (menor capacidad gástrica → saciedad con menos cantidad),
  • Cambios hormonales (disminuye el apetito, mejora el control de la glucosa),
  • y, según la técnica, cierta malabsorción.

Técnicas más utilizadas:

  • Gastrectomía vertical (sleeve): resección de la parte más distensible del estómago (≈70–80%) para formar un “tubo” que sacia antes y reduce grelina.
  • Bypass gástrico en Y de Roux: pequeño reservorio gástrico conectado a intestino delgado más distal; combina restricción y malabsorción moderada.
  • Cruce duodenal / SADI-S: mayor componente malabsortivo, indicado en obesidades muy severas o seleccionadas.

¿Quién puede beneficiarse?

En términos generales, personas con IMC ≥40, o IMC ≥35 con comorbilidades relevantes, cuando el tratamiento médico no ha conseguido resultados sostenidos. La indicación requiere evaluación multidisciplinar (cirugía, nutrición, psicología, anestesia) y un programa de seguimiento con educación alimentaria, actividad física y, en casos necesarios, suplementación. En centros con experiencia, es un procedimiento seguro y con resultados duraderos (pérdida de peso relevante y mejoría de comorbilidades).

Mucho más que cambiar el estómago

El cambio no es solo anatómico. Tras la cirugía, también evoluciona la relación con la comida y la autoestima. Por ello, los equipos incorporan nutricionistas y psicólogos que acompañan el proceso de adaptación y consolidan hábitos a largo plazo.

Aquí os compartimos la entrevista (a partir del minuto 4:00) en el programa Mira Sevilla de 101 TV.

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