El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, irreversible y progresiva del cerebro. Un trastorno que hace que lentamente se vaya destruyendo la memoria y provoca la disminución de las funciones intelectuales y aptitudes del pensamiento.
Según la Sociedad Española de Neurología (SEN) unos buenos hábitos saludables (de alimentación y de estilo de vida) pueden reducir el 40% de los casos.
El sobrepeso y la obesidad aparecen de nuevo (como en tantas otras enfermedades) en la lista de los principales factores de riesgo para desarrollar esta enfermedad. Si a esto le añadimos el hecho de que la diabetes y la hipertensión arterial (dos enfermedades que padecen en un alto porcentaje las personas con obesidad) aumentan también las opciones de desarrollar alzheimer, una de las mejores formas de prevenir esta enfermedad, y de paso muchas otras, es manteniendo un peso saludable.
Son muchos los estudios que refuerzan la conexión entre Obesidad y Alzheimer.
1).- Según un informe presentado recientemente «Informe Mundial sobre el Alzheimer 2014- La demencia y la reducción de riesgo: Un análisis de los factores de protección y modificables», realizado con una muestra de 8.513 personas, la obesidad, la falta de actividad física, la diabetes y la hipertensión incrementan considerablemente el riesgo de padecer alzheimer. En el caso de la diabetes el riesgo aumenta en un 50%.
2).- Según otro estudio divulgado en Francia por el Instituto Nacional de la Salud e Investigación Médica (Isnserm), la obesidad agrava el déficit cognitivo y las lesiones cerebrales asociadas al alzheimer. Esta investigación refuerza la idea de que determinadas anomalías metabólicas (de nuevo, hipertensión, diabetes, etc..) influyen en el desarrollo del alzheimer.
3).-Otro estudio realizado en la Universidad de California (UCLA- Gary Small) y la Universidad de Pittsburg, concluye que personas obesas que se han sometido a algún tratamiento de cirugía de la obesidad, 12 semanas después de haber bajado peso mostraban mejoras significativas en su capacidad de memoria. El mismo estudio apunta que las personas con obesidad que participaron en la investigación presentaban un cerebro 16 años más viejo que el de las personas con un peso saludable y 8 años más viejo en comparación con aquellos que tenían sobrepeso.
4).-El estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Farber de Neurociencias de la Universidad Tomas Jefferson en Filadelfia (EEUU) y la Universidad Edith Cowan en Australia encontró una fuerte correlación entre el IMC (Índice de Masa Corporal) y altos niveles de beta-amiloide, una substancia que se cree influye considerablemente en la destrucción de neuronas y juega un papel importante en el desarrollo de problemas cognoscitivos que afectan a la memoria, las operaciones básicas y el lenguaje.
Seguramente habrán más estudios que relacionen obesidad y alzheimer, del mismo modo que existe un gran número de estudios médicos que asocian la obesidad y el sobrepeso con una larga lista de enfermedades.
Unos buenos hábitos alimenticios y la actividad física son fundamentales para conseguir vencer el sobrepeso y/o la obesidad.
Si después de haberlo intentado no se ha conseguido y los «kilos de más» se siguen acumulando, vale la pena reflexionar sobre todas las consecuencias que el sobrepeso puede traernos.