El problema de la obesidad es un tema que cada vez afecta a más personas a nivel mundial hasta el punto de haberse convertido en una «epidemia mundial»
En la mayoría de los casos la decisión final es la cirugía sin importar los riesgos y sus consecuencias.
Al momento de optar por la cirugía para reducir el peso se deben tener presente no solo las condiciones fisiológicas del paciente también su estado emocional y psicológico juega un papel muy importante.
Según estudios en la mayoría de los casos el paciente se somete a esta cirugía no solo por mejorar su salud también por cambiar su imagen personal, ante su familia y para mostrarse a la sociedad.
Por lo general las personas con problemas de obesidad suelen ser discriminadas y rechazadas por la sociedad e incluso por sus parejas y en algunos casos familiares.
La obesidad es vista en nuestra sociedad como una enfermedad grave, se aleja y señala a todo aquel que no cumple cierto estándar de imagen viéndose afectados en su autoestima y sensibilidad.
A menudo, las personas con obesidad son invisibles ante la sociedad, no se les involucra en grupos sociales, actividades, son privados de llevar una vida normal etc…
En el momento que deciden realizarse la cirugía y bajan hasta un 50% de su masa corporal todo cambia, el rechazo y la discriminación social desaparece al igual que los kilos de más.
Muchas investigaciones han demostrado las grandes y profundas afectaciones de orden psicológico y afectivo que vienen después de una cirugía para bajar de peso. Afectaciones tanto positivas como negativas.
Si bien la mayoría de personas con obesidad experimentan un cambio altamente positivo con respecto a su nueva imagen, también sucede que en algunos casos se sienten mal con ellos mismos, sus parejas y familiares y tienen miedo de que no les acepten/amen como antes dado que sienten y perciben que la persona en su interior cambió. Este miedo también viene a veces por parte de la pareja que ve cómo su compañero obeso/a pasa a tener un aspecto muy diferente con los kilos perdidos gracias a la intervención.
Se trata de un proceso emocional, afectivo y psicológico fuerte y difícil de aceptar, por ello la persona que se enfrenta a este tipo de cirugía debe estar consciente del gran cambio que dará su vida y contar con el apoyo médico necesario.
Por otro lado, los familiares, amigos y pareja en especial deben ayudar en el proceso con mensajes de apoyo, motivacionales, etc.. dado que lo más importante es que la persona con problemas de obesidad esté segura de sí misma , saber quién es y lo que quiere, valorarse y aprender a amar su cuerpo lo suficiente para afrontar los cambios físicos y psicológicos que vendrán tras la operación de cirugía de la obesidad.