Cirugía de reducción de estómago: mucho más que perder peso, es recuperar vida

La obesidad no es solo “una barriguita feliz”. Con el tiempo puede convertirse en una enfermedad que resta calidad de vida, limita el día a día y reduce años de vida. Para muchos pacientes, la cirugía bariátrica —como la manga gástrica o reducción de estómago— supone un antes y un después: “he recuperado mi vida” es una de las frases más repetidas.

En este artículo resumimos lo que explica el Dr. Antonio Barranco sobre quién puede operarse, cómo se decide la cirugía, en qué consiste la manga gástrica y cómo cambia la vida después de la intervención.


¿Quién puede operarse de reducción de estómago?

No se trata de “operarse para adelgazar un poco”, sino de una cirugía para tratar la obesidad patológica.

En general, son candidatos:

  • Personas con índice de masa corporal (IMC) ≥ 35 con enfermedades asociadas (diabetes, hipertensión, apnea del sueño, etc.)
  • Personas con IMC ≥ 40, aunque no tengan otras enfermedades
  • Pacientes que:
    • Ya han probado dietas, tratamientos médicos, balones gástricos u otras técnicas endoscópicas
    • Y no han conseguido resultados duraderos

La decisión de operarse es personal. Muchos pacientes necesitan tiempo: algunos piden información, lo piensan, y vuelven un año o dos después cuando ya lo tienen claro. Lo importante es que, cuando cruzan la puerta de la consulta decididos, suelen hacerlo buscando un cambio radical en su vida.

No es solo una cuestión de estética

Aunque el cambio de imagen es evidente, el objetivo principal no es “verse mejor”, sino:

  • Ganar años de vida
  • Ganar calidad de vida

Pequeñas cosas cotidianas lo reflejan:

  • Poder subir escaleras sin ahogarse
  • Agacharse en la cabalgata de Reyes para recoger caramelos con los hijos
  • Atarse los cordones sin dificultad
  • Caminar sin dolor ni fatiga extrema

Muchos pacientes tienen entre 30 y 50 años, no necesariamente muy mayores, pero sienten que cada año “van a menos”.
La obesidad es la gran epidemia del siglo XXI, y en España —especialmente en algunas comunidades— afecta de forma importante a población adulta e infantil.

valuación previa: un “traje a medida” para cada paciente

La cirugía no es “llegar y operar”. Antes de entrar en quirófano se realiza una valoración integral:

  • Analítica completa
  • Gastroscopia, para conocer el estado del estómago y esófago
  • Historia clínica detallada
  • Valoración por:
    • Endocrinología
    • Salud mental (psicología/psiquiatría)

Con toda esa información se decide qué tipo de cirugía es la más adecuada:

  • Manga gástrica o tubo gástrico (reducción de estómago)
  • Bypass gástrico (combinación de reducción y desvío intestinal)
  • Otras variantes, según el caso

El objetivo es hacer un “traje a medida”, buscando:

  • El máximo beneficio en pérdida de peso y mejora de enfermedades asociadas
  • El mínimo de efectos secundarios

El papel clave de la salud mental

La valoración de salud mental es obligatoria en cirugía de obesidad, y no tiene nada que ver con “estar loco”.

¿Para qué sirve?

  • Para comprobar que el paciente entiende el proceso
  • Para asegurarse de que comprende que:
    • Su estómago pasará de un volumen grande a uno muy pequeño
    • Tendrá que comer cantidades reducidas
    • Cambiará su relación con la comida y con su propio cuerpo

Algunas personas, por cuestiones psicológicas o psiquiátricas, no pueden asumir estos cambios, y es importante detectarlo antes.

¿En qué consiste la manga gástrica?

La manga gástrica (o sleeve gástrico) es la técnica de reducción de estómago que más ha crecido en el mundo.

De un estómago grande a un “tubo” estrecho

  • El estómago, con un volumen aproximado de hasta 2.000 cc, se transforma en un tubo estrecho, similar a una “manga”.
  • Se realiza mediante cirugía laparoscópica o robótica:
    • En lugar de una gran incisión, se hacen pequeños orificios en la pared abdominal.
    • Por ellos se introducen trocars (tubos) y, a través de ellos, las pinzas e instrumentos.

Grapado y resección

  • Se utiliza una “pistola” de grapado que:
    • Coloca varias filas de grapas a ambos lados
    • Corta y sella al mismo tiempo
  • El estómago se va reduciendo poco a poco, desde la parte más ancha hacia el final, hasta dejar un tubo alargado.
  • La parte del estómago que se reseca:
    • Se extrae por uno de los orificios
    • Se envía para estudio anatomopatológico

Para mayor seguridad, el equipo puede:

  • Colocar material de refuerzo sobre la línea de grapas
  • Añadir suturas manuales entre grapas para un triple refuerzo

Gracias a la evolución de la tecnología (laparoscopia, robótica, grapadoras avanzadas), hoy la cirugía es mucho más segura y menos agresiva que hace 20–30 años.


¿Cómo cambia la vida después de la cirugía?

La mayoría de los pacientes pierden alrededor del 70–80% del exceso de peso. Pero el cambio no es solo en kilos:

Cambios físicos

  • Dejan de necesitar, en muchos casos:
    • Pastillas para la tensión arterial
    • Medicación para el colesterol y triglicéridos
    • Tratamiento para la diabetes tipo 2
  • En pacientes con apnea del sueño, muchas veces desaparece la necesidad de usar la máquina de dormir (CPAP).
  • Aumenta la capacidad para caminar, moverse, hacer deporte.

Cambios hormonales y fertilidad

  • La cirugía bariátrica mejora el perfil hormonal:
    • En muchas mujeres, aumenta la posibilidad de quedarse embarazadas si antes tenían infertilidad asociada a la obesidad.
    • No es una “cirugía para quedar embarazada”, pero normaliza el entorno hormonal.

Cambios emocionales y de identidad

  • Muchos pacientes dicen: “He recuperado mi vida”.
    “Si hubiera sabido que era así, me habría operado hace 20 años”.
  • Durante los primeros meses, la mente va “por detrás” del cuerpo:
    • El paciente no se reconoce en el espejo.
    • Ve fotos antiguas y le cuesta creer que esa persona era él/ella.

Suele pasar alrededor de un año hasta que cuerpo y mente se “reencuentran” y el paciente integra su nueva imagen.

Deja una respuesta