Comer por los ojos, comer sin hambre….

comer por ansiedad el mayor peligro para el sobrepeso y la obesidad

Comer por los ojos, comer sin hambre, comer por antojo,etc…

Seguramente habrás escuchados estas expresiones muchas veces. Es posible que también te hayas preguntado por qué has comido algo si en realidad no tenías hambre, o por qué ante un «mal día» has sucumbido en mayor medida al «picar entre horas». Pues lo cierto es que así es, a menudo comemos sin tener hambre y comemos sin saber realmente el por qué.

Son muchas las investigaciones y estudios que intentan conocer con detalle cuáles son los mecanismos que regulan el hambre y la saciedad y qué relación tienen en nuestro cerebro.

Y es que hasta a pesar de que muchos de estos mecanismos están identificados aún no se sabe con claridad como actúan a la hora de condicionar nuestra relación con la comida y con nuestros niveles de saciedad.

Este artículo publicado hace unas semanas en La Vanguardia, resume la complejidad del proceso de comer y de los factores que en él intervienen.

Por ello, la cirugía de la obesidad trata el problema basandose en el concepto de reducir la capacidad del estómago para así asegurar que la sensación de saciedad esté controlada.