Si estás pensando en ser madre., perder peso antes de ser mamá, es uno de los mejores regalos que puedes hacerte a tí mism@ y al futuro bebé.
No solo la pérdida de peso sino simplemente el cambio de hábitos alimenticios ya supone importantes mejoras para la salud de la madre y el bebé.
Incorporar buenos hábitos alimenticios al menos 6 meses antes del embarazo ya tiene un impacto positivo en relación a la disminución de riesgos asociados al parto.
En lo referente a la concepción, una reducción de peso de tan solo un 5% ya puede suponer una mejora en las tasas de ovulación y embarazo. Y es que la infertilidad es hasta 3 veces superior en mujeres con problemas de sobrepeso que entre quienes presentan un peso saludable.
La obesidad, no solo afecta a la fertilidad femenina. También a la masculina. Se ha demostrado que el sobrepeso en los hombres,, afecta a la calidad del semen y aumenta el riesgo de infertilidad.
Las consecuencias de la obesidad también influyen en el bebé. El exceso de peso es una de las principales causas de muchos riesgos obstétricos tanto para la madre como para el bebé. Diferentes estudios han demostrado un aumento de las tasas de aborto asociado al sobrepeso. También algunas investigaciones reportan un riesgo de muerte fetal del doble . Además los niños nacidos de madres con problemas de sobrepeso tienen mayor riesgo de tener diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico y cerca de un 40 % más de probabilidad de padecer sobrepeso u obesidad cuando sean adultos.
Como vemos el tratar el sobrepeso es una forma de evitar diferentes problemas asociados a la maternidad.
La cirugía de la obesidad aporta numerosos beneficios. Según un estudio de la Universidad de Sydney, Australia publicado en el British Journal of Obstetrics and Gynecology concluyó que las mujeres operadas de cirugía de obesidad después de su primer embarazo mostraron mejoras en hipertensión, parto prematuro espontáneo e ingreso en cuidados intensivos del bebé.
