Tus amigos pueden hacerte engordar….

¿Tu entorno te predispone a engordar? Parece ser que sí según una investigación de Harvard y la Universidad de California en San Diego que concluye que el entorno y los amigos pueden hacerte engordar.

El estudio sugiere que la obesidad es «socialmente contagiosa».

La investigació, la primera en examinar este fenómeno, encuentró que si una persona se vuelve obesa, aquellos que están estrechamente relacionados con ella tienen una mayor probabilidad de volverse obesos también. Sorprendentemente, el mayor efecto no se observa entre personas que comparten los mismos genes o el mismo hogar, sino entre amigos.

Si una persona a la que considera un amigo se vuelve obesa, según el estudio, sus posibilidades de volverse obeso aumentan en un 57%. Entre amigos en común, el efecto es aún más fuerte, con posibilidades de aumentar en un 171%.

Los investigadores también analizaron la influencia de hermanos, cónyuges y vecinos. Entre los hermanos, si uno se vuelve obeso, la probabilidad de que el otro se vuelva obeso aumenta en un 40% y entre los cónyuges el 37%. No hubo ningún efecto entre los vecinos, a menos que también fueran amigos.

Los investigadores analizaron datos durante un período de 32 años para 12,067 adultos.

Un análisis más detallado también sugirió que la influencia de las personas en el estado de obesidad de los demás no se puede atribuir solo a las similitudes en el estilo de vida y el entorno, por ejemplo, a las personas que comen los mismos alimentos juntos o realizan las mismas actividades físicas. No solo los hermanos y los cónyuges tienen menos influencia que los amigos, sino que la geografía tampoco influye. El impacto sorprendente de los amigos parece ser independiente de si los amigos viven o no en la misma región.

Según los investigadores «Lo que parece estar sucediendo es que una persona que se vuelve obesa probablemente causa un cambio en las normas en relación a lo que es un sobrepeso “aceptado” . La gente llega a pensar que está bien ser más grande, ya que quienes los rodean son más grandes, y esta sensibilidad se extiende. «Consciente o inconscientemente, las personas miran a los demás cuando deciden cuánto comer, cuánto hacer ejercicio y cuánto peso es demasiado».

Estas conclusiones llevan a pensar que los efectos sociales son mucho más fuertes de lo que pensamos y que más allá de la genética y los hábitos de estilo de vida es importante valorar otros factores que pueden incidir en tener más obesidad como por ejemplo la influencia social.

El mismo efecto se da a la inversa, es decir, cuando una persona pierde peso de alguna manera se está motivando la pérdida de peso de las personas de su entorno, es decir, no solo la obesidad puede ser “contagiosa” sino que la “delgadez” también.

Desde Obesan, recordamos que las técnicas de reducción de estómago que se engloban bajo el concepto de cirugía de la obesidad, esto es tubo gástrico y bypass gástrico principalmente, son una opción efectiva a la hora de combatir esta enfermedad que se ha convertido en una auténtica pandemia.