En función de la técnica de cirugía de la obesidad indicada para cada paciente, las pautas de alimentación a seguir después de la intervención varían.
Por ejemplo con la banda gástrica es necesario un seguimiento más exhaustivo del paciente ya que éste debe iniciar un programa de modificación de conducta alimentaria que no resulta tan específico en el caso de otras técnicas como el tubo gástrico o el bypass.
Dicho esto y sabiendo que cada técnica presenta matices, hay algo que es común en todos los casos:
El paciente obeso intervenido para tratar su obesidad debe adaptar su dieta a una nueva situación. Inclusive en el caso del Bypass Gástrico, el paciente no debe bajar la guardia sólo porque haya conseguido perder peso sin demasiados esfuerzos sino que al contrario, debe aprovechar esa pérdida de peso para instaurar unos nuevos hábitos más saludables.
En este sentido hay un detalle que en Obesan siempre nos gusta comentar con nuestros pacientes y es la diferencia entre la palabra PRECAUCIÓN con respecto a la palabra PROHIBICIÓN.
Todos sabemos en mayor o menor grado que hay una serie de alimentos pero también de hábitos alimenticios (picar entre horas, comer sin apenas masticar, etc..) que nos llevan al sobrepeso y a la obesidad. No obstante una vez el problema de la obesidad se ha tratado y se ha conseguido perder peso, la mayoría de pacientes hacen una vida absolutamente normal con respecto a alimentación y patrones o conductas asociadas a la alimentación.
Por ello, a pesar de que sabemos que determinados alimentos no nos convienen, es preferible hablar de precaución que de prohibición.
La palabra «Prohibición» tiene unas connotaciones negativas que pueden hacernos vulnerables ante el significado de la palabra. Basta que te digan «no hagas esto» para que nuestro cerebro ponga más interés en hacerlo…..
Por ello, cuando un operado de bypass gástrico, tubo gástrico o banda gástrica se enfrenta de nuevo a una serie de situaciones sociales como celebraciones, ir a comer a un restaurante con amigos, etc… recomendamos que dedique tiempo a reflexionar sobre esto: Precaución versus Prohibición
Estar operado de bypass gástrico o de tubo gástrico no significa dejar de disfrutar de la comida, ni significa evitar actos sociales, ni tampoco volverse loco a la hora de elegir un restaurante o elegir el menú…… bastará, eso sí, con prestar más atención a la carta y pensar siempre en términos de «precaución» escogiendo aquellos alimentos que sabemos son saludables, pero no prohibiéndonos a nosotros mismos de disfrutar de una situación que gire en torno a la comida. De lo contrario estaremos «alimentando de nuevo» la ansiedad y la frustración con independencia de que hayamos conseguido una pérdida de peso significativa.
A favor del término «Precaución» este sí debe estar siempre presente en nuestra mente y en nuestros encuentros con la comida. No debemos olvidar que, a pesar de que con las técnicas de cirugía de la obesidad se consigue perder peso de forma efectiva, la obesidad es una enfermedad crónica y de algún modo y otro «seguirá estando ahí» a pesar de que tengamos un IMC saludable. Por lo tanto, no hay que bajar nunca la guardia.
