Cuando hablamos del tratamiento de la obesidad lo habitual es hablar de hábitos alimenticios, qué comer y qué no comer, cuándo y en qué cantidades. Sin embargo los hábitos de estilo de vida son igual o tan importantes como los hábitos alimenticios si queremos conseguir acabar con la obesidad.
Dentro de los hábitos de estilo de vida, además del incremento de la actividad física, el descanso- el dormir bien- es también un factor clave en el control del sobrepeso y el mantenimiento de un peso saludable incluso después de haberse llevado a cabo una intervención de cirugía de la obesidad como puede ser el tubo gástrico, bypass gástrico o banda gástrica.
Si no se duerme bien, es más difícil perder peso. Un descaso insuficiente puede «tirar por tierra» otros esfuerzos realizados a nivel de dieta. Si durante la semana en nuestros días laborables acumulamos deudas de sueño, aumenta hasta un 72% por cierto más las posibilidades de que seamos obesos según apunta un estudio llevado a cabo por la Sociedad Americana de Endocrinología. Los investigadores concluyeron que por cada 30 minutos que restamos a nuestro descanso el riesgo de obesidad incrementa un 17%.
y aquí no acaba la cosa….
Otra investigación presentada en la revista ‘Sleep’ muestra las conclusiones de un reciente estudio experimental, en el que se comparaba la cantidad de horas descansadas cada noche con el apetito. Los participantes, un grupo de adultos jóvenes y sanos que por requerimiento del estudio tuvieron que dormir 4,5 horas -durante las noches de los 4 días que duró el experimento- en lugar de un sueño normal de 7-8 horas presentaron resultados alterados en los niveles de dos hormonas muy concretas: la grelina (que aumenta el apetito) y la leptina (que reduce el apetito). Los participantes a los que se obligó a reducir las horas de sueño tenían niveles más altos de leptina que el grupo de control; esto es, sus hormonas variaron y esta variación hizo que tuvieran un mayor apetito ante la falta de sueño.
Por tanto, cuando tratamos un problema de obesidad debemos fijarnos en muchos aspectos de nuestro día a día que influyen más de lo que pensamos en nuestro control del sobrepeso.