El conocer la experiencia por la que han pasado otros es algo que ayuda y reconforta a muchas personas que lógicamente tienen dudas sobre cómo cambiará su vida después de someterse a una intervención de cirugía de la obesidad. Por ello, en este blog iremos publicando periódicamente entrevistas reales realizadas a nuestros pacientes de modo que vayamos acumulando experiencias y opiniones diferentes con respecto a las diferentes fases por las que atraviesa el paciente que se somete a una intervención de cirugía de la obesidad.
Nos estrenamos con el testimonio de una joven de 33 años operada de obesidad en Julio’13 con la técnica de tubo gástrico por laparoscopia por una sola incisión con asistencia, considerándose este tipo de técnica ‘cirugia sin cicatrices visibles’.
1. ¿Cuánto tiempo llevabas con obesidad?
Desde los 14-15 años. Por esa época hacía bastante ejercicio por lo que me iba controlando más o menos pero a los 19 me lesioné, dejé de practicar ejercicio como hacía habitualmente y a partir de ahí empecé a acumular peso.
2. ¿Cómo decidiste poner fin al problema?
Hace unos 5-6 años llegué a un punto con un sobrepeso considerable y obviamente me afectó de diferentes formas. Me sentía más cansada, mi problema de asma se agravó con el sobrepeso, a nivel psicológico tenía muchos complejos etc., entonces decidí que tenía que hacer algo.
Probé primero con el balón intragástrico, me lo puse y al principio funcionó muy bien. Noté rápidamente la pérdida de peso puesto que los primeros meses con el balón no podía comer mucho. Pero luego al cabo de un tiempo vi que el estómago ya se había acostumbrado al balón y que a menos que hiciese mucho ejercicio no bajaba de peso. Me llegué a obsesionar con el tema de hacer ejercicio y practicaba hasta 3-4 horas diarias. Cuando me quitaron el balón rápidamente cogí 5 kilos y aún haciendo deporte engordaba puesto que me era muy difícil controlar la ansiedad. Cuando tenía ansiedad me refugiaba en la comida así que cuando volví a lesionarme después del balón entonces sí que engordé, a mi ansiedad por la comida se unía el hecho de no poder hacer ejercicio por lo que empecé a coger y acumular kilos.
3. ¿Cómo conociste esta opción?
Me informé y busqué información por internet. Me sirvió de mucho el consultar foros y opiniones de personas que se habían operado y les había ido bien.
4. ¿Cómo fue el proceso de toma de decisión, una vez conociste en profundidad el tratamiento?
Buscando información fui a parar a la web del Dr.Barranco. Le llamé y me gusto en especial la sinceridad y la claridad con la que me explicó todo, lo bueno y lo malo de esta operación. No tardé mucho en decidirme porque a pesar de que tenía bastantes miedos, también sabía que tarde o temprano acabaría haciéndolo.
Por otro lado aunque no tenía ninguna enfermedad grave asociada a la obesidad, sí que me costaba bastante andar o estar de pie, las articulaciones y los pies cada vez soportaban peor “la carga” del sobrepeso.
Aunque antes de la operación no tenía un IMC muy alto, no quería seguir acumulando peso.
5. ¿Qué temores y miedos tenías antes de la cirugía? ¿Qué hiciste para afrontarlos mejor? ¿El cirujano te ayudo a darte tranquilidad a la hora de operarte? ¿Cómo?
Hace unos años la intervención no era tan cómoda y tenía muchos más riesgos que ahora pero esto ha cambiado mucho ahora y a pesar de tener miedos antes de la intervención en general lo llevé bastante bien.
El Dr. Barranco me dio mucha confianza y tranquilidad y eso también ayudó a que estuviese menos nerviosa.
6- ¿Cómo fue tu estancia durante el ingreso hospitalario en el Hospital Infanta Luisa de Sevilla?.
La estancia hospitalaria no se me hizo pesada; el doctor estuvo muy pendiente de mí en todo momento. El primer día notaba una sensación molesta de hinchazón en el abdomen y ligeras molestias pero al cabo de la semana habían desaparecido.
7.- ¿Cómo fue la primera semana después de la operación?, ¿Tenías hambre?, ¿Qué comías?, ¿Cómo era tu actitud respecto a la comida los primeros días?
Lo más duro fueron los primeros días que la alimentación se basaba en batidos y en beber té sin azúcar puesto que mi cuerpo no toleraba bien el agua, y tenía que ir con mucho cuidado con las cantidades porque a la que eran un poco superiores a lo previsto me entraban náuseas y vomitaba. El estómago me hacía mucho ruido y por algún motivo que desconozco me apetecía mucho todo lo frío. En definitiva fueron unos días de sensaciones raras, pero a partir de ahí luego ya me empecé a sentir mejor.
8).- Tus dos primeros meses: ¿Cómo han sido?
Ahora ya estoy comiendo sólidos. No pudo comer carnes ni pan pero sí variedad de alimentos sólidos. El único problema es que tengo que masticar muy tranquilamente y controlar las cantidades. Lo que sí que llevo muy bien es el controlar la ansiedad por la comida, ahora ya no tengo esa sensación de ansiedad.
9).- Ahora que han pasado dos meses desde la operación, a parte de la pérdida de peso, ¿Cómo te sientes?
Me siento mucho mejor, he perdido ya peso y lo noto. Ahora me voy a caminar todos los días e incluso he empezado a “trotar” y no me noto cansada y agotada como antes. Mi problema de pies y articulaciones ha mejorado mucho desde que me he operado.
Llevo ya 15 kilos menos y me siento mucho más ágil y físicamente se nota mucho la pérdida de volumen por lo que estoy muy contenta y animada para seguir perdiendo peso. A nivel anímico me encuentro mucho mejor.
10).- Viendo todo lo que ha pasado y como se siente actualmente, ¿Se operaría nuevamente? y ¿Con el mismo cirujano? ¿Recomendarías el tratamiento?
Sí, totalmente, yo si lo llego a saber que iba a ser así lo hubiese hecho hace tiempo. Una persona que tiene un problema como el mío, cuando pierdes peso el cambio es radical, no sólo por la pérdida en sí sino porque ya no vives obsesionado con controlar todo lo que comes y con controlar la ansiedad.
11).- ¿Qué es para ti la obesidad de forma muy resumida? Un “lastre” que no me dejaba hacer lo que quería, ni ser feliz.
