Según una investigación que estudiaba cómo la exposición a la luz regula la forma en que dos tipos de células grasas trabajan, la falta de exposición a la luz solar se asocia a una mayor predisposición a tener obesidad.
El estudio (realizado con ratones) demostró que al estimular los adipocitos (células grasas) de los ratones con luz, mejoraba la respuesta de la lipólisis (proceso por el cual las grasas se descomponen en nuestro cuerpo a través de enzimas y agua, o hidrólisis).
Estos datos establecen un mecanismo clave en el que la regulación de la células grasas y en la regulación del el metabolismo energético.
Según los investigadores del estudio “Nuestros cuerpos evolucionaron a lo largo de los años bajo la luz del sol, incluido el desarrollo de genes sensibles a la luz llamados opsinas. Pero ahora vivimos gran parte de nuestros días bajo luz artificial, que no proporciona el espectro completo de luz que todos obtenemos del sol «, .
Estos datos llevaron al equipo a concluir que se requiere luz solar para el metabolismo energético normal. Al menos en ratones. Si bien los científicos sospechan firmemente que existe una vía metabólica dependiente de la luz similar en los humanos, necesitan completar otra serie de experimentos para probarlo.
Y es que nuestro estilo de vida moderno nos somete a espectros de iluminación no naturales, exposición a la luz por la noche, turnos de trabajo y desfase horario, todo lo cual resulta en una alteración metabólica. Según los hallazgos actuales, es posible que la estimulación insuficiente del adipocito OPN3 de luz es parte de una explicación de la prevalencia de la desregulación metabólica en países industrializados donde la iluminación no natural se ha convertido en la norma «.
Desde Obesan, y al margen de la investigación lo que sí hemos podido contrastar es que una vida lo más activa posible y al aire libre, (salir a caminar, correr, etc..) por tanto animamos a nuestros pacientes ya todos aquellos que quieran perder peso a salir y disfrutar del aire libre.
