La importancia de desayunar bien para el control de la obesidad y diabetes tipo 2

Es de sobras conocido el consejo de «desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo», un buen consejo que se ajusta a unos buenos hábitos alimenticios desde el punto de vista de cómo debe ser la ingesta de calorías a lo largo del día.

Consejos nutrición cirugía de la obesidadPues bien, un nuevo estudio publicado recientemente, se une a la lista de investigaciones que demuestran cuánto beneficioso es el desayunar bien, comer menos y cenar poco. La investigación ha demostrado que es beneficioso no sólo a la hora de perder peso y/o mantener la pérdida de peso sino también para mejorar los niveles de glucosa en sangre.

De este modo, el estudio (dirigido por investigadores de la Universidad de Tel Aviv en Israel) encontró que los adultos que eran obesos y tenían diabetes tipo 2 perdían más peso y tenían mejores niveles de glucosa en sangre después de 3 meses cuando desayunaban bien todos los días..

Y es que a la hora de tratar un problema de obesidad no siempre se trata de  qué y cuánto comemos sino también el cómo comemos y la hora del día en que comemos.

Esto es así porque nuestro metabolismo cambia a lo largo del día y de esta forma una rebanada de pan consumida en el desayuno conduce a una respuesta de glucosa menor y engorda menos que una rebanada de pan idéntica si se consume por la noche.

Para la investigación se siguió la evolución de 29 pacientes, 18 hombre y 11 mujeres con una edad promedio de 69 años y todos ellos con obesidad y diabetes tipo2.

El equipo asignó aleatoriamente a cada uno de los adultos a dos grupos de dietas diferentes durante un periodo de 3 meses.

Un grupo siguió un tipo de dieta basada en tres comidas por día: un desayuno abundante; un almuerzo de tamaño mediano; y una pequeña cena. El otro grupo siguió una dieta que consistió en seis comidas pequeñas espaciadas a lo largo del día.

Los investigadores evaluaron los niveles de glucosa en sangre de los sujetos cada 2 semanas durante el estudio. También utilizaron la monitorización continua de glucosa para medir los niveles generales de glucosa, así como los picos en la glucosa en sangre a lo largo del estudio.

Los investigadores encontraron que los sujetos  del primer grupo  perdieron un promedio de 5 kilogramos después de 3 meses, mientras que los del segundo grupo ganaron un promedio de 1,4 kilogramos.

El hambre y los antojos de carbohidratos también aumentaron entre los sujetos del segundo grupo, pero se redujeron significativamente para los sujetos que seguían el patrón de desayuno abundante, almuerzo medio y poca cena.

Los efectos sobre los niveles de glucosa en sangre
Los científicos encontraron que los niveles de glucosa en ayunas de los sujetos en el primer grupo disminuyeron en un promedio de 54 miligramos por decilitro (mg / dl)  después de 3 meses, mientras que los niveles de glucosa en ayunas del segundo grupo disminuyó en solo 23 mg / dl.

A los 3 meses, los niveles medios generales de glucosa disminuyeron en 38 mg / dl en el primer grupo en comparación con una reducción de 17 mg / dl en el segundo.

Además, los niveles medios de glucosa durante el sueño no se redujeron en absoluto para aquellos sujetos que siguieron la dieta de las 6 ingestas pero los sujetos del primer grupo experimentaron una reducción de 24 mg /nutrición obesidad y diabetes tipo 2 dl, a los 3 meses.

Por si fuera poco los del primer grupo también requirieron menos insulina durante el período de estudio, con una reducción en 20.5 unidades por día. Los sujetos que siguieron la dieta de 6 tomas sin embargo, necesitaron más insulina, con un aumento de 2,2 unidades por día.

Según los investigadores, este hallazgo indica que el momento de las comidas puede ayudar a controlar la glucosa en la sangre, y  la pérdida de peso puede ayudar a mejorar aún más esos beneficios.

En general, el equipo concluye que tres comidas al día, con un desayuno abundante, pueden ser de gran beneficio para las personas con obesidad y diabetes. Eso no quita que se puedan añadir dos ligeros tentempiés (a media mañana y tarde) para evitar llegar con ansiedad a la siguiente ingesta, pero como vemos, la sabiduría popular y el dicho «desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo» es un aspecto a tener en cuenta a la hora de combatir el sobrepeso y la obesidad.

Eso sí, vale la pena señalar que «desayuno abundante» no significa «desayuno no saludable». Un desayuno completo incluirá lácteos, frutas, zumos naturales y cereales evitando bollería industrial, embutidos, zumos azucarados, etc… que no harán ningún bien a nuestra salud.