La lista de espera para operarse de obesidad mórbida llega en algunas comunidades hasta los tres años, como es el caso de Andalucía. Cualquiera que tenga un problema de obesidad o conocimiento sobre lo que significa esta enfermedad sabe que tres años es demasiado tiempo.
El alto coste de las operaciones de cirugía de la obesidad y el elevado grado de especialización que se requiere por parte de los cirujanos parecen ser dos de los motivos principales por los que el sistema sanitario no puede reducir las listas de espera. En la actualidad se estima que solo el 8 % de los presupuestos nacionales de salud van a parar al tratamiento de esta enfermedad que se considera como la pandemia de este siglo.
El problema de las listas de esperas es similar en toda España y por ejemplo esta semana la prensa de la comunidad valenciana hacía referencia a estas largas listas de espera y publicaba las declaraciones del presidente de la Sociedad Valenciana de Endocrinología, Diabetes y Nutrición, para quien «La sanidad pública no es capaz de asumir el coste total que supondría tratar a todos los pacientes, los sistemas de salud del primer mundo se irían a pique».
Ante esta perspectiva la Sanidad Privada se ha convertido en muchos casos en la única opción para muchas personas con obesidad.
El coste de este tipo de intervenciones hace que no se trate de una opción asequible para todos los bolsillos. Sin embargo, muchas personas recurren a solicitar créditos personales o financiación para hacer frente al gasto (que deberíamos decir inversión) que suponen este tipo de intervenciones.
En cualquier caso la obesidad reduce la esperanza de vida en al menos diez años además de afectar seriamente a la salud por lo que cuanto antes se trate, mejor.