Comer incluso cuando no tiene un buen sabor

¿Sabías qué? Una investigación ha revelado por qué los malos hábitos alimenticios persisten incluso cuando el alimento que comemos no tiene buen sabor.

comer compulsivamenteEn un ingenioso experimento, los investigadores dieron a la gente al entrar a un cine, un cubo de palomitas de maíz recién hecho, otro con palomitas algo “pasadas”  y otro con palomitas hechas desde hacía más de una semana.

Los espectadores que habitualmente no comen palomitas comieron una menor cantidad de palomitas “rancias”  que  de palomitas recién hechas y apenas probaron las palomitas hechas desde hacía una semana; sin embargo, los que habitualmente comen palomitas comieron la misma cantidad de palomitas con independencia de si eran recién hechas, pasadas o totalmente “rancias”.

En resumen, aquellos espectadores que tenían el hábito adquirido de comer palomitas en el cine, les daba lo mismo el estado de las mismas, las comieron igual.  Según el estudio, cuando  se ha comido varias veces un alimento particular en un entorno determinado, nuestro cerebro llega a asociar la comida con ese entorno y el individuo sigue comiendo siempre y cuando ese “entorno” no cambie.

El estudio,  es interesante desde el punto de vista de entender hábitos como el de comer en exceso o comer comida no saludable  en situaciones incluso en las que  la persona no tiene hambre. Fundamentalmente porque esto es lo les ocurre a una gran mayoría de las personas con obesidad. De ahí que muchas veces la forma de lograr combatir la obesidad sea mediante técnicas de reducción de estómago como el tubo gástrico (también conocido como manga gástrica o sleeve gástrico) o el bypass gástrico que buscan – mediante la reducción de la capacidad del estómago – facilitar el cambio de hábitos necesarios para combatir la obesidad.