Un estudio* ha constatado que las personas con obesidad presentan en un alto porcentaje trastornos mentales.
El estudio* publicado en la revista médica JAMA concluye que la cirugía de la obesidad supone una reducción en la incidencia de depresión entre las personas que padecen un problema de obesidad.
Y es que un alto porcentaje de las personas con obesidad grave tienen problemas de autoestima, percepción sobre ellos mismos, etc.. que a menudo derivan en otros problemas de índole socioeconómica (dificultad para encontrar trabajo, dificultad en establecer relaciones sociales, etc…)
Según el estudio, las personas con obesidad tienen una elevada incidencia de trastornos mentales antes de someterse a una intervención de cirugía de la obesidad, e incluso después de la intervención.
En concreto un total de 68 ensayos clínicos llevados a cabo con 65.363 participantes, un 23% de los pacientes tratados con cirugía bariátrica presentan (antes de la cirugía de la obesidad) algún trastorno mental, sobre todo depresión (19%) o un trastornos en la alimentación (17%). Una vez intervenidos de obesidad hasta un 12% sigue presentando algún trastorno de ansiedad.
Aún y así, la cirugía de la obesidad puede suponer una ayuda para combatir la depresión u otros trastornos mentales. Según el mismo estudio cuando los pacientes se someten a una intervención de cirugía de la obesidad se da una reducción de la prevalencia de depresión –de entre un 8% y un 74% según el estudio– y de la gravedad de sus síntomas –entre un 50% y un 70%.
Para el Dr. Antonio Barranco de Obesan, «la cirugía de la obesidad no se limita sólo a tratar el exceso de peso; son muchos los pacientes que han pasado por nuestra consulta que hacen un cambio a mejor en su vida en todos los sentidos. Ganan en autoestima, valoran cosas que antes no valoraban, se sienten más motivados a la hora de hacer cosas que antes ni se planteaban, etc… el cambio es radical en muchos casos y la palabra depresión, a menudo desaparece de sus vidas.
En cuanto a otro tipo de trastornos como la ansiedad y en especial la ansiedad por la comida suelen reducirse durante el tratamiento. No debemos olvidar que el objetivo de la cirugía de la obesidad no es sólo perder peso sino ayudar al paciente a que cambie de hábitos alimenticios y de estilo de vida. El bypass gástrico, el tubo gástrico o la banda gástrica, reducen la capacidad del estómago para facilitar este proceso, pero el control de la ansiedad, el cambiar los hábitos alimenticios, el incorporar o aumentar la práctica de actividad física en la rutina diaria etc.. son otros de los factores que facilitan la pérdida de peso, el mantenimiento de esa pérdida de peso a largo plazo y la mejora de la calidad de vida en términos generales»
*Estudio: Según muestra un metaanálisis llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (EE.UU.) y publicado en la revista «JAMA»