Poca gente cree estar ante una enfermedad cuando se trata de obesidad y ese es uno de las principales causas del crecimiento generalizado de la obesidad en la sociedad actual.
La sociedad en general no lo ve así. Lo habitual ante un caso de obesidad no es pensar que esa persona tiene una enfermedad crónica y compleja que hace que no pueda revertir por si sola la situación. Más bien sucede lo contrario, se cree que quienes padecen obesidad es porque quieren y se les atribuye muchos prejuicios sin conocimiento alguno de lo que implica esta enfermedad.
En EEUU hace años que la obesidad fue reconocida como una enfermedad. En nuestro país, a pesar de los esfuerzos realizados desde diferentes colectivos, estamos lejos de ello, entre otras cosas porque las propias personas que padecen obesidad no lo ven así.
La obesidad como enfermedad
Alguien que padece obesidad no siempre acude a especialistas médicos y cuando lo hace suele ser como último recurso. Antes habrá probado hacer dieta, métodos varios para adelgazar e incluso «productos milagrosos» algo que a nadie se le ocurriría hacer si se le diagnostica otra enfermedad. Por ejemplo si se te diagnostica cualquier lo habitual es ir al médico lo antes posible y ponerse en manos de especialistas. ¿Ocurre eso con la obesidad? No, mayoritariamente no.
Dentro del colectivo médico (exceptuando los especialistas en tratamiento del sobrepeso, la obesidad y cirugía de la obesidad) sucede algo parecido. En general, no se le da la importancia que requiere. Se habla mucho sobre obesidad. Los medios de comunicación hablan a menudo sobre obesidad, las administraciones públicas, especialistas médicos…. pero todo se reduce al mensaje «coma menos y muévase más», cuando en realidad la obesidad es mucho más que eso y hasta que no se trate desde la perspectiva de ser una enfermedad, la obesidad seguirá su ritmo creciente e imparable.