Diabetes, obesidad y enfermedades psiquiátricas

obesidad y depresionHace un tiempo hablábamos en este mismo blog sobre la relación entre obesidad y depresión, pero por desgracia también la obesidad también está presenten en muchos otros casos de personas que padecen enfermedades psiquiátricas siendo la obesidad una “consecuencia de” o “una causa de” según se mire.

La obesidad como “consecuencia” de una enfermedad psiquiátrica se da en aquellos casos en los que el paciente padece por ejemplo síntomas de trastorno depresivo mayor (TDM) y  trastorno bipolar, que a menudo influyen en alteraciones en el apetito así como en los niveles de energía/motivación para hacer cosas. Todo esto,  acaba originando una vida sedentaria y una alimentación no saludable que favorece el exceso de peso.

Las personas que padecen trastorno por déficit de atención e hiperactividad también son susceptibles de tener un mayor peso ya que a menudo presentan dificultades para preparar o dedicar tiempo a alimentarse saludablemente por lo que acaban recurriendo a comidas rápidas y poco saludables. Éste mismo colectivo suele presentar también problemas de impulsividad que derivan en una ingesta excesiva de alimentos, así como un nivel más bajo de actividad física. Ambas cosas favorecen la acumulación de peso.

Diferentes estudios también relacionan la esquizofrenia con un incremento de desarrollar enfermedades cardiovasculares así como con una pérdida de regulación de la glucosa que favorece la aparición de la diabetes tipo 2.

Por último las personas que padecen depresión también tienen mayores posibilidades de tener sobrepeso por lo que la relación  entre  trastornos psiquiátricos y obesidad parece clara.

La misma relación se da en el sentido inverso. La obesidad y la forma en que puede llegar a afectar psicológicamente a algunas personas (rechazo social, baja autoestima, sentimiento de culpabilidad..) puede llevar a que las personas con sobrepeso padezcan diferentes trastornos depresivos.

Visto así, es un pez que se muerde la cola. En cualquier caso lo que está claro es que la obesidad además de propiciar diferentes enfermedades “físicas” también afecta mentalmente, y éste es un área mucho más delicado a la hora de tratar puesto que entran en juego muchos factores. Desde este blog, y sin ánimo de generar temor sino más bien todo lo contrario, con el ánimo de evitar males mayores, animamos a todos aquellos que padecen obesidad a que reflexionen fríamente sobre cómo les afecta ya no sólo físicamente (que también) sino mentalmente y si la respuesta es “sí, afecta”, entonces vale la pena ser determinantes y procurar solucionar el problema de la obesidad de forma seria y eficaz antes de que nos demos cuenta de que hemos perdido días y días bajo un estado anímico depresivo .