La lucha contra la obesidad está viviendo un momento de transformación profunda. El auge de fármacos inyectables para adelgazar, conocidos como agonistas del receptor GLP-1, ha cambiado las reglas del juego en la gestión médica del exceso de peso. En paralelo, la cirugía bariátrica sigue siendo el tratamiento más eficaz y duradero para los casos de obesidad severa.
Ante este nuevo panorama, surge una duda cada vez más común entre pacientes y profesionales: ¿están los nuevos medicamentos destinados a reemplazar la cirugía? ¿O pueden trabajar juntos como parte de un enfoque más integral?
Los inyectables para adelgazar son medicamentos originalmente desarrollados para tratar la diabetes tipo 2, pero que ha mostrado una notable eficacia en la pérdida de peso. Su mecanismo de acción imita una hormona intestinal que regula el apetito, haciendo que las personas se sientan saciadas más rápidamente y durante más tiempo.
Los estudios clínicos han demostrado que este tipo de fármacos pueden ayudar a reducir entre un 10 y un 15 % del peso corporal en pacientes con sobrepeso u obesidad, lo que ha despertado un enorme interés entre personas que buscan una solución menos invasiva que una intervención quirúrgica.
La cirugía bariátrica: resultados a largo plazo y reducción de comorbilidades
La cirugía bariátrica, por su parte, es actualmente la opción más eficaz para tratar la obesidad grave y sus enfermedades asociadas, como la diabetes tipo 2, hipertensión o apnea del sueño. A diferencia de los fármacos, los resultados quirúrgicos son más consistentes a largo plazo y ofrecen tasas más altas de remisión de enfermedades metabólicas.
Intervenciones como el bypass gástrico o la gastrectomía vertical (sleeve) son técnicas para tratar la obesidad ampliamente validadas por décadas de seguimiento clínico.
¿Rivales o aliados? Un enfoque complementario
Lejos de ser opciones excluyentes, cada vez más especialistas – entre ellos nosotros mismos desde Obesan – opinamos que los medicamentos GLP-1 y la cirugía bariátrica deben verse como tratamientos complementarios, no como rivales.
Los fármacos o inyectables para adelgazar pueden ser una opción para:
- Pacientes con obesidad moderada que aún no cumplen criterios para cirugía.
- Personas que necesitan perder algo de peso antes de una intervención quirúrgica (pérdida preoperatoria).
No obstante queremos resaltar que la cirugía puede ser la solución definitiva cuando los medicamentos no consiguen resultados suficientes o sostenibles, que es en la mayoría de casos cuando se trata de un problema de obesidad. Además, hay pacientes que no toleran bien estos fármacos o no obtienen una respuesta adecuada, por no hablar de los efectos secundarios que también tienen este tipo de medicamentos.
El futuro del tratamiento de la obesidad es multidisciplinar
La obesidad es una enfermedad crónica, compleja y multifactorial. No existe una única solución válida para todos. Por eso, el mejor enfoque es el que combina distintas herramientas médicas y quirúrgicas, adaptadas a cada paciente y acompañadas de cambios en los hábitos de vida.
Conclusión
Los fármacos de inyecciones para adelgazar no ha venido a sustituir la cirugía bariátrica, sino a enriquecer las opciones de tratamiento disponibles. La clave está en entender que ambos recursos tienen un lugar en la estrategia global contra la obesidad, y que, bien utilizados, pueden ayudar a miles de personas a recuperar su salud y calidad de vida.
Si estás considerando un tratamiento para la obesidad y tienes dudas sobre cuál es la mejor opción en tu caso, ponte en manos de un equipo experto en cirugía y medicina de la obesidad, como el nuestro dirigido por el Dr. Antonio Barranco- especialista en cirugía de la obesidad.