¿Sirve mostrar las calorías en los menús? Esto dice la ciencia

Desde 2022, en Inglaterra es obligatorio que restaurantes, cafeterías y locales de comida para llevar con más de 250 empleados incluyan el contenido calórico de cada plato en sus menús. La medida forma parte de una estrategia gubernamental para combatir el sobrepeso y fomentar decisiones alimentarias más saludables.

Pero, ¿realmente funciona?
Una reciente revisión científica analizó 25 estudios realizados en varios países —entre ellos Reino Unido, EE.UU., Canadá y Francia— para evaluar el impacto de mostrar las calorías al momento de elegir qué comer. El resultado fue modesto: una reducción promedio de 11 calorías en una comida de 600 (apenas un 1,8%, o el equivalente a dos almendras). Sin embargo, los investigadores señalan que, aunque el efecto es pequeño, podría tener un impacto acumulativo a largo plazo, ayudando a prevenir el aumento de peso progresivo en la edad adulta.

Para personas como Imara, una joven de 27 años en proceso de pérdida de peso, esta medida ha sido positiva: le permite seguir disfrutando de salir a comer sin perder de vista sus objetivos. No obstante, el impacto no es igual para todos.

Organizaciones dedicadas a los trastornos de la conducta alimentaria advierten que ver las calorías de forma constante puede aumentar la ansiedad en personas vulnerables, como quienes están en recuperación de anorexia o bulimia. Milly, una influencer londinense de 27 años, describe cómo esta práctica puede reactivar hábitos obsesivos y dañar su relación con la comida.

Los expertos coinciden: mostrar las calorías puede ser útil, pero no es una solución mágica. Debería implementarse junto a otras estrategias como limitar la publicidad de alimentos ultraprocesados, reformular productos y, sobre todo, cuidar la salud mental de los consumidores.

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