Tele y Obesidad

Ver la tele quema menos calorías que casi todas las demás actividades y consecuentemente favorece la obesidad.

Son varios los estudios que relacionan que quienes ven la televisión durante más de tres horas al día tienen el doble de probabilidades de tener obesidad que quienes ven la televisión menos de una hora al día.

El aumento de horas de tele también se traduce en un aumento de comer y picar alimentos poco saludables. El American Journal of Health Behavior afirma que existe un vínculo entre la cantidad de tiempo que un adulto ve la televisión por día y la obesidad.

Según diferentes estudios, en el caso de los niños, el riesgo de obesidad aumenta en un 7% por cada hora que pasan viendo televisión los fines de semana a los cinco años, y los niños que miran más de dos horas de televisión por día los fines de semana tienen más probabilidades de volverse obesos en la edad adulta.

Además, la televisión promueve la obesidad también porque los anuncios publicitarios son muy influyentes. Una de las formas en que la sobreexposición a la televisión promueve la obesidad es a través de la publicidad. Existe una gran cantidad de anuncios que promocionan alimentos y bebidas que no son particularmente saludables.

La gente come más cuando ve la televisión. La televisión se convierte en una distracción, y la gente tiende a darse un exceso sin saberlo.

También se ha descubierto que estos malos hábitos alimenticios se extienden más allá del tiempo que pasan frente al televisor y que las personas tienden a comer más durante las comidas que siguen al tiempo de visualización.

Como vemos las horas de televisión favorecen el sobrepeso tanto por lo que supone a nivel de sedentarismo como por la “invitación” que supone a consumir alimentos poco saludables.