Hasta ahora la obesidad en los medios de comunicación se había abordado desde el punto de vista de la salud o de la estética.
Sin embargo, en Reino Unido y motivados probablemente por la propuesta del primer ministro David Cameron de eliminar las prestaciones sociales que reciben los obesos si éstos no deciden someterse a tratamiento, los medios de comunicación están ofreciendo una visión muy cruda del problema de la obesidad, en algunos casos culpando a los propios obesos por serlo y provocando el rechazo a los obesos entre quienes no lo son.
Recientemente un documental emitido en la TV británica mostraba la vida de un matrimonio inglés. Dos personas con obesidad mórbida que viven de las prestaciones sociales (con unos 800€ los dos) en un apartamento donde son alojados gratuitamente. El hombre recibe a diario la asistencia de un empleado social (cuyo suelo paga el estado con un coste de 10.000 €/año) que acude al domicilio de esta pareja para asear y vestir al marido. Ambos están sin trabajo desde hace años y no creen que vayan a encontrarlo nunca por culpa de su obesidad.
En el documental, y con el fin de generar aún más polémica entre los telespectadores, se explica que la pareja contrajo recientemente matrimonio, una boda pagada por los servicios sociales (4.000 €) y que duró poco porque los problemas de hipertensión y la diabetes de ambos hicieron necesaria la presencia de una enfermera durante la boda y que se llevaran al marido que estuvo ingresado durante nueve días (de nuevo un coste más).
Que la obesidad se haya convertido en un problema grave desde el punto de vista económico no significa que los obesos sean culpables de su situación. La obesidad es una enfermedad y del mismo modo que a nadie se le ocurre culpabilizar a alguien por tener una enfermedad tampoco debería ocurrir con la obesidad.
Lo que sí invita a la reflexión es por qué no se ha frenado antes el problema.
Nadie llega a la obesidad mórbida de un día para otro.
Por otro lado sabemos que existen técnicas efectivas para el tratamiento de la obesidad- banda gástrica-tubo gástrico (manga gástrica)-bypass gástrico.
También sabemos que el precio de una reducción de estómago varía en función de la técnica y otras variables pero están entre los 10.000 y 18.000€ (algo mucho más económico si comparamos los gastos a los que debe hacer frente una persona con obesidad mórbida -alimentación, ropa especial, medicamentos varios, asistencia de terceros en algunos casos y por supuesto un coste difícil que no se puede valorar económicamente: al menos 10 años menos de esperanza de vida y peor calidad de vida mientras se vive.
Sabemos también que las tasas de complicaciones de este tipo de cirugía son cada vez menores y el índice de mortalidad de 0,05 (1), es decir inferior a un 0,1%, que para que nos hagamos una idea es el mismo porcentaje de riesgo al que cualquier persona se enfrenta cuando se opera de apendicitis o de cálculos en la vesícula.
Sabemos también que después de la intervención a la persona le cambia la vida por completo. Gana en salud, gana en calidad de vida, gana en todo.
Por último sabemos que el coste de una persona obesa a lo largo de su vida es altísimo para la sanidad pública por la cantidad de enfermedades que se asocian a la obesidad.