Sí que se puede hacer algo para perderle el miedo a una cirugía de estas características; Por un lado tenemos el “miedo propio relacionado con las complicaciones” que puedan aparecer en el quirófano o posteriormente y por otro lado y más importante “el miedo a lo desconocido”.
Que significa “el miedo a lo desconocido” en la cirugía de la obesidad, pues son las múltiples preguntas que les surgen a los pacientes de ¿qué tratamiento necesito? ¿ el tratamiento elegido por mi cirujano es el más correcto? ¿Cómo va a funcionar después su nuevo estómago?, ¿Cómo funciona el tubo gástrico?, ¿Cómo es el postoperatorio, tendré muchas molestias?, ¿Qué debo hacer al llegar al domicilio tras el alta?, ¿Cuánto peso perderé?
Todas esas preguntas debemos hacerlas a nuestro cirujano previamente a la cirugía de la obesidad, de esa manera, entre más información tengamos y dudas solucionemos, iremos adquiriendo confianza en la cirugía que le ha indicado su cirujano y gran parte de su miedo irá desapareciendo.
Con respecto al “miedo relacionado con las complicaciones”, debemos saber que someterse a una intervención quirúrgica de cualquier tipo no es fácil. Siempre, absolutamente siempre que una persona pasa por quirófano existen riesgos…. sin embargo, afortunadamente la ciencia ha avanzado a pasos agigantados en los últimos años y cada vez son menores los riesgos quirúrgicos en general para cualquier tipo de intervención.
Centrándonos en el tema de cirugía de la obesidad, te explicamos algunas cosas que quizás no sepas y que te pueden ayudar a vencer «ese miedo relacionado con las complicaciones».
1).- Más del 90% de las intervenciones de cirugía de la obesidad que se practican hoy en día se hacen por cirugía laparoscópica.
Esto significa que nosotros, los cirujanos, podemos operar al paciente a través de pequeñísimas incisiones que realizamos en el abdomen. A través de esos orificios y con la ayuda de dispositivos y herramientas médicas de última generación – por ejemplo la cámara mediante la cual vemos todo el interior del paciente- llevamos a cabo la intervención sólo a través de esos pequeños orificios. ¿Qué significa esto? significa que el paciente ya no es intervenido con una «cirugía abierta» como se hacía antes, para entendernos «ya no se abre al paciente» por lo que se reducen y mucho los riesgos asociados a la cirugía, heridas, infecciones, complicaciones etc..
2).- ¿Has visto las cifras?
Los datos estadísticos de complicaciones importantes son bajísimos en cualquiera de las técnicas existentes para combatir la obesidad, menos de un 2% en todos los casos.
Si lo comparamos con otros tipos de intervenciones más comunes los datos de complicaciones y mortalidad son bajos.
El someterse a una intervención quirúrgica merece de una valoración profunda independientemente de las estadísticas que se puedan mostrar, sin embargo en esa reflexión también debe considerarse el riesgo de otras intervenciones o enfermedades a las que seguramente se enfrentará cualquier persona que tenga obesidad desde hace tiempo si no se hace nada y se sigue conviviendo con la obesidad, esto es: intervenciones o complicaciones por insuficiencia cardíaca, intervenciones o complicaciones en articulaciones como consecuencia del exceso de peso, molestias/complicaciones respiratorias por no hablar de la larga lista de cánceres cuyas posibilidades de desarrollo se incrementan y mucho como consecuencia de la obesidad así como la larga lista de enfermedades cardiovasculares asociadas al exceso de peso.